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Un hombre bueno

Castañares de Rioja, 29 de mayo de 2011

Un hombre bueno

Aurelio López Sáez. Castañares de Rioja (03.02.1926-25.05.2011)

Aurelio siempre siguió los buenos ejemplos de generosidad, inteligencia, humanismo profundo, saber hacer y estar, recibidos de sus padres. Tanto él como sus padres, nuestros abuelos y bisabuelos, eran igual que todas las generaciones pasadas de Castañares de Rioja: gente buena, sencilla, austera, de toda confianza, inteligente, respetuosa con los demás, de buen corazón, honrada y trabajadora, al servicio de los demás, con muchísimas más virtudes y muy pocos defectos, siempre con buena voluntad, valor, generosa entrega y de extraordinaria categoría humana, buscando siempre el bien común y la defensa de la verdadera justicia. Todo el mundo contaba con él para lo que hiciera falta.

Era un hombre bueno y discreto, de pocas palabras y profundos silencios, categórico en sus expresiones, al servicio de los demás, dispuesto a ayudar. Tras una larga enfermedad siguió manteniendo la misma vitalidad y alegría, sin quejarse de dolor alguno, pensando en sus hijos y nieto y nunca en él mismo. La familia fue lo más importante en su vida. Tras la muerte de nuestra madre y abuela hizo de padre y madre. Hacía siempre, lo que había que hacer.

Se ganó la vida, principalmente, de maestro albañil, como su padre, siendo un trabajador infatigable.

Ahora, junto al Altísimo, rodeado y acompañado por todos los castañeteros y amigos fallecidos desde el principio de los tiempos, con nuestra madre y abuela, abuelos y familia, nos cuidarán y guiarán, animándonos con el magnífico canto de: «Y somos de Castañares.». Mientras tanto, que nos esperen disfrutando de la buena música, cuantos más años mejor, protegiéndonos de todo mal.

Nuestro padre y abuelo fue un hombre como Dios manda, querido, respetado y honrado, mimado en todo momento por nuestra hermana Mari Pili, al que llevaremos grabado en nuestro corazón, en nuestra mente y en nuestra alma hasta el fin de los tiempos, así como llevamos a todos nuestros antepasados. Donde haya uno de nosotros, estamos todos.

In Vitam

Para toda nuestra familia, Castañares de Rioja es un anhelo infinito compartido que llevaremos en nuestros corazones hasta los últimos días de nuestras vidas, agradeciendo a todos y cada uno de los vecinos y amigos de la Villa su amistad, respeto y cariño mostrado siempre con nuestra familia, desde las generaciones pasadas, en el presente y deseando, como así será, que continúe con las generaciones venideras. Este agradecimiento merece especial mención por el extraordinario trato que siempre han dado a nuestro padre y abuelo, además del exquisito comportamiento mantenido con nosotros en el acompañamiento y apoyo en su último viaje.

Agradecimientos

Nuestro profundo agradecimiento a todos los que siempre han estado con nosotros, honrándonos con su amistad y apoyo; a los que nos acompañaron en el último recorrido de la vida de nuestro padre y abuelo; a los que quisieron estar y no pudieron; a todos los que nos han dado muestras y testimonios de su afecto; a nuestros vecinos, amigos, compañeros, familiares; a los que ellos saben; a los que siempre están. A todos y cada uno de ellos, una vez más, nuestro agradecimiento, confianza, afecto y estima.

Para todos, nuestra consideración más distinguida. Muchas gracias.