Paquita Lobato Sancha

Logroño, 11 de enero de 2014

La familia de

Paquita Lobato Sancha

comunica su dolorosa pérdida

Amó mucho. Sonrió mucho. Tuvo un corazón muy grande para sembrar alegría y felicidad de modo natural en todos los que encontraba en su camino. Sembró lo que llevaba dentro. Generosa y exultante como una indomable primavera. A la llamada de la luna se ha ido, era el pétalo que ella anhelaba para completar su radiante blancura.

Este vacío que nos ahoga,

esta sed que aúlla sin ti,

este adiós que nos dejas

anclado

y por toda nuestra sangre repetido

es un dolor cuyo tallo ya ha florecido.

Otra vez el corazón se ha de acostumbrar

al tormento de perder otro latido;

llevamos en los ojos tantas heridas,

en lo que es el amor tantas raíces desprendidas.

Esta luz tuya se aleja ya hacia el suavísimo poniente de la luna,

lejos del laborioso mimo de nuestras manos;

manos que, tiempo atrás, fueron yemas en las tuyas, madre.

Todo en la tierra se aleja alguna vez,

el amor y la vida.

Sé que sembrarás el cielo de estrellas perfumadas,

sé que te asomarás entre las nubes para mirarnos,

sé que allanarás la lluvia para que nos acaricie.

Pero ¿hacia qué cálido magma han de volar ahora nuestros besos,

a qué plácida tierra migrarán?, si ya te hemos perdido.

Por más que intentemos guardarte entera en el pecho,

por más que aún bebemos de tus ojos infinitos:

ya no habrá sino recuerdos.

Oh, tardes mecidas por la pena,

noches esperanzadas de mirarte,

firmamento que estoy viendo y perdiendo...

Comprendo que, aunque el amor siempre nos unirá,

ahora ya, nos separa de ti la vida.

Logroño, 9 de enero de 2014