Casimiro Miguel Sáenz

Logroño, 13 de junio de 2017

Desbordados ante tantas muestras de respeto y comprensión, nos vemos en la obligación y necesidad de transmitir nuestra más sincera gratitud.

Gracias a los hermanos, hermanos políticos y sobrinos de Casimiro; nos sentimos muy afortunados por tener dos familias que no han dejado de acompañarnos y de querernos.

Gracias a nuestra familia Ponce de León; son sus otros hermanos y sus otros sobrinos. Eternamente en deuda por todo lo que le habéis dado a la familia Miguel durante más de una vida.

Gracias a los amigos y amigas de Casimiro y Mariví, a los que están y también a aquellos que ya se fueron; siempre participando de cada uno de nuestros buenos y malos momentos.

Gracias a sus amigos-compañeros de Mémora Pastrana; le entendisteis como nadie y disfrutaba con vosotros, trabajando por y para los demás.

Gracias a todos los que a lo largo de la vida de Casimiro habéis compartido vuestro tiempo y vuestra vida con él; le ayudasteis a forjar su carácter peculiar y generoso con los demás.

Gracias a los amigos y compañeros de sus hijos, y todos los que tuvisteis la deferencia de tener una palabra o un recuerdo para nosotros.

Gracias a sus vecinos y conocidos, en especial a los vecinos de Albelda y Alberite, que nos han transmitido su cariño y dolor.

Gracias a Logroño. Casimiro sabía que no había mejor sitio para nacer, vivir y morir. Esta ciudad era su vida: sus calles, sus gentes, de las que siempre nos hablaba con la mayor de las reverencias, exigiendo que así lo sintiéramos nosotros.

Gracias al destino por disponer que Casimiro, durante tantos años, estuviera al servicio de las personas, acompañándolas y apoyándolas durante los instantes más difíciles de sus vidas…, recibiendo tanto amor en gratitud.

Él nunca perdió la capacidad de sufrir y emocionarse en su trabajo.

GRACIAS.